Es conocida en la localidad este dicho
«No puede todo el oro de ca’n Raió lo que yo puedo con el Señor»,
atribuida a la beata con motivo de la redacción de su segundo testamento.
En este documento, del 23 de diciembre de 1850, dejaba todos sus bienes (la casa natal y una onza de oro) para fundar la casa de las monjas de la Caridad.
Una oportunidad para descubrir Mallorca como tierra de peregrinación participante de las romerías y pancaridades que se llevan a cabo desde tiempos inmemoriales.